Ya, claro, y me resucitan calcinada, ¿no? Que sí, que estoy tirando a blancucha, que un poco de color no me venía mal... Pero de ahí a calcinarme, paso.
-Entra en el bar con una corona puesta, un matasuegras, la barba descolocada, los brazos y las manos sujetando un montón de paquetes brillantes y una amplia sonrisa. Con la cabeza y medio cuerpo cubierto de confeti y serpetinas-
Me alegro de que todo siga bien en el mundo verde. Yo de vez en cuando entro por aquí a cotillear, pero la verdad es que volver a jugar me da una pereza tremenda. Además ya no dispongo de tanto tiempo como antes. Que sigáis bien.